🚲 Ciclovías en Providencia: Un Cambio Para Todos 🚶‍♂️🚗

Las ciclovías son un símbolo de modernidad y movilidad sustentable, pero ¿qué implica realmente su instalación en la vida diaria? Un desafío a adaptarnos, convivir y repensar el espacio urbano. Reflexionemos sobre cómo avanzar juntos.

EPG - Dirigente JJVV 7 “Los Estanques”

Ciclovías en Providencia: El Sueño de una Ciudad Sostenible

Las ciclovías representan un avance en movilidad urbana. Reducen la contaminación, descongestionan las calles y promueven un modelo de ciudad más sustentable. Sobre el papel, suena ideal. Pero en la práctica, ¿estamos preparados para este cambio?

Miramos con admiración a ciudades donde la bicicleta domina el paisaje urbano. Sin embargo, esas transformaciones no se limitaron a pintar líneas en el pavimento. Se implementaron con educación vial, infraestructuras complementarias y un transporte público eficiente y digno.

¿Podemos decir lo mismo de Providencia?

El progreso no impacta a todos de la misma manera. Para algunos, las ciclovías son una solución; para otros, un problema. No se trata de rechazar las ciclovías. Se trata de no olvidar a quienes viven aquí.

Como dirigente comunitario, no puedo pensar solo en mi comodidad como ciclista si mis vecinos se sienten ignorados. No represento solo un grupo, sino una comunidad entera.

Si queremos que la gente deje el auto en casa, ¿qué estamos ofreciendo a cambio? Se han instalado nuevos paraderos con la llegada de las ciclovías, pero ¿han mejorado realmente la experiencia del usuario?

Queremos que los residentes usen el transporte público, pero ¿cómo podemos pedirles eso cuando los buses parecen basureros con ruedas? Si la última vez que un bus vio una limpieza profunda fue el día que salió de fábrica, ¿cómo esperamos que sea una alternativa viable para alguien que deja su auto en casa? ¿Son seguros? ¿Son suficientes? ¿Son dignos?

¿Planificación o Simplemente Ejecución?

Las grandes transformaciones requieren diálogo, no imposición. La planificación urbana no puede diseñarse en escritorios sin escuchar a quienes caminan estas calles a diario.

Construir una ciclovía no debería ser solo una cuestión de infraestructura. Implica un cambio cultural, un proceso de adaptación en el que todos los actores deben ser considerados. Un sistema de movilidad eficiente no se impone, se diseña con base en estudios serios y medidas complementarias.

¿Cómo aseguramos que los ciclistas, automovilistas y peatones puedan convivir sin riesgos? ¿Qué medidas de mitigación se implementan para no afectar a quienes dependen del auto por necesidad? ¿Qué soluciones se están dando para quienes ahora deben bajar de un vehículo en una vía con ciclistas en circulación?

La movilidad urbana es un ecosistema complejo. Cada decisión tiene un efecto en cadena y necesita ser analizada con rigor.

No basta con trazar una línea en la calle y esperar que funcione mágicamente.

Una Reflexión Personal

Yo uso las ciclovías. Pero no puedo ignorar a quienes viven a su alrededor. No puedo celebrar un avance si para mis vecinos significa retroceso. No puedo aplaudir la modernidad si no va acompañada de justicia urbana.

Las ciclovías pueden ser un gran aporte para Providencia, pero solo si se implementan con criterio, planificación y humanidad.

La pregunta no es si las ciclovías son buenas o malas. La verdadera cuestión es cómo aseguramos que sean un beneficio para todos.

Queremos imaginar una Providencia donde peatones, ciclistas y automovilistas convivan en armonía. Pero mientras eso no sea una realidad, debemos unificar nuestra voz para exigir mejoras integrales.

La movilidad debe ser para todos, no solo para algunos.